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domingo, 30 de agosto de 2020

Así lo piensas así lo vives



¿Qué fue lo primero que pensaste hoy al despertar?

Esta pregunta me la hizo un señor ya mayor, que vivía a unos kilómetros de mi casa, no puedo recordar bien la fecha, en que sucedió ese acontecimiento, pero sé que aún iba a primaria. 

También puedo suponer con alta probabilidad de certeza,  que era en primavera, pues estando en el campo con este señor, me enseño lo importante que es dominar el arte de selección y plantación de semillas.

¿Qué fue lo primero que pensaste hoy al despertar? Esta pregunta revive en mi recuerdo, espontaneamente como si fuera algo que mi inconsciente no quisiera olvidar.

También recuerdo que ese día lo percibí como muy temprano para mi, había que madrugar y estar a primera hora, es la emoción que contrastaba con su propuesta, lo que no deja que me olvide de este detalle. 

Si bien había pasado tan solo un par de horas, no podía responder a esa pregunta.

"Lo que defines en tu mente, lo primero que piensas, eso define tu mañana, y si lo mantienes en el día, así veras el día".

"Mañana por la mañana, en cuanto te despiertes piensa en algo positivo, como por ejemplo, el día de hoy es único y especial, así que lo disfrutaré."

"Y cuando estés frente al espejo de tu baño, recuerda una vez más, que el día de hoy es único y especial, así que lo disfrutaré".

"Quiero mostrarte algo más."

Nos dirigimos hacia el granero y me pidió que seleccionara unos moldes de plantación y una bolsa llena de diminutas semillas.

"¿Ves estas semillas? Te enseñaré a seleccionar las que prenderán de las que no. Descarta las que tienen esta forma, y planta las que tienen estas otra."

¿Cómo sabes que realmente una u otra es la adecuada?

"En un mes cuando crezcan los primeros brotes lo creerás." 

"En la vida, cada mañana tendrás que seleccionar al igual que con estas semillas, aquellos pensamientos que cultivar en tu mente y los que deberás descartar para no perder tu vida en sufrimientos, es la forma de encontrar la felicidad."

¡QUE TARDE LO COMPRENDÍ Y QUE DIFÍCIL SE ME HACE APLICARLO!.

A continuación descubrirás cuatro formas encadenadas que potencian el poder del pensamiento para afrontar momentos difíciles:

1. Ten en tu repertorio frases positivas que sustituyan las negativas.
Tomate el tiempo necesario para observar tus pensamientos y anota aquellos que son recurrentes y destructivos. 
En la medida que te auto descubras en pensamientos auto-destructivos, anótalos y debajo escribe frases que sean más objetivas o positivas creíbles para ti, luego adopta una de ellas para meditarla a la luz de la razón.

2. Busca un audio en alguna plataforma sobre técnicas de relajación y escaneo corporal. 
Indúcete a la relajación mental y física, con Yoga y visualización. Logrado el bajar las tensiones emocionales y estrés mental, observa como será tu vida siguiendo la frase que has elegido, esto no se trata de pretender cambiar lo que está sucediendo sino, cómo vivir la vida sin importar lo que sucede (dentro de lo moralmente aceptable) entiende que si estás bajo peligro inminente, esto requerirá de soluciones no de adaptaciones mentales. Luego comprométete a actuar de la forma más beneficiosa para tu equilibrio y salud mental y física.
Este ejercicio no se trata de negar o evitar la realidad, sino de optar una mentalidad adecuada hacia ella.

3. Visualiza, define y aclara el tipo de comportamiento a adoptar que se adecue a la nueva forma de pensar que quieres implementar en tu vida ante esa realidad que te acontece. 
Empíricamente han de ser correctos para ti, han de ser funcionales y han de ser autónomos. 
Con empíricamente correctos quiero decir que, a la hora de actuar según como quieres pensar, este no genere sentimientos encontrados dentro de ti, con funcionales quiero decir que estos comportamientos han de acomodarse a la realidad para conseguir tu tranquilidad y felicidad, y con autónomos quiero decir que el comportamiento que adoptes no esté condicionado a una respuesta exterior, ni a expectativas de acontecimientos, sino que se alimente de si mismo, del mero hecho de corresponderse al pensamiento que se quiere adquirir.

4. Lo más difícil es trabajar la resistencia que traerán los pensamientos negativos que están ya arraigados en la mente, para desmontar poco a poco estos pensamientos y debilitar su influencia en el comportamiento presente se recomienda seguir los siguientes pasos:

-Meditar sobre como influyen esas cogniciones en lo emocional.

-Reconocer lo irracional de esas cogniciones mediante una práctica del escepticismo.

-Reconoce las limitaciones que se tiene a la hora de describir los sucesos.
¿Cómo puedo comprobar objetivamente, no mediante mi subjetividad y la de otros, que lo que entiendo es completa, absoluta y cerradamente como lo estoy entendiendo? 

-Evita explicar los hechos por medio de un solo o un par de factores, observa la inmensa variabilidad y manifestaciones causales que se suceden al mismo tiempo.

-Sustituye los pensamientos automáticos, dogmáticos y negativos por pensamientos detenidos, razonados y abiertos a posibilidades. 

-Plantea toda conclusión como hipótesis no como verdad absoluta, concreta o certera.

-Analiza las situaciones que producen tu ansiedad, busca y cuestiona las pruebas que aparentan ser convincentes, descubre los pensamientos que te sean mejor adaptados a la situación.

-Proyecta la situación catastrófica que se teme y profetisa y plantea alternativas mentales y de comportamiento que mejor se adapten y permitan calma y serenidad. 











lunes, 24 de agosto de 2020

¡ENFADARSE ES BUENO!



 Vivimos en una época donde parecería que persisten las categorías de buenas y malas emociones.

Las buenas se colocan como imperativos del buen vivir y las malas se reprimen, al punto que, tales extremos exacerban la mente y enferman de excesiva positividad.

¿Me pregunto si acaso  ya es momento de romper con los mitos del infierno y cielo?

Cuestionando los dogmas pienso que no existe el cielo ni el infierno como dice el Cristianismo,  ni estos están en misma vida terrenal como dice el Budismo.

Pero si veo que cada una de estas filosofías contrapuestas, tienen algo en común, y es el dogmatismo que (bien intencionado) han pretendido, por miles de años, formar conductas sociales que permitan la convivencia.

Así que ¡basta de achacarle a las religiones y filosofías dogmáticas la culpa de nuestras negligencias e incompetencias!

Las religiones y filosofías dogmáticas, llegaron para establecerse por la necesidad de cubrir falencia humana para dominar su propia la mente.

¿Y si nos emancipa-monos de las religiones y filosofías dogmáticas?

¿Sin caer en dogmatismos estatales?

¿Eramos o seguimos actuando como niños incapaces de dominar nuestras conductas?

No nos convirtamos en adultos temerosos, que a falta del adoctrinamiento paternal o maternal que jugaban las religiones y filosofías dogmáticas, o los estados (monárquicos, dictatoriales, feudales, aristocráticos, democráticos), creamos nuestras propias cadenas.

¿Es que acaso, aún no sabemos domar nuestro propio Buey? (hago referencia a la filosofía Taoista)

1. En busca del buey (la búsqueda)
2. Halladas las huellas del buey (el presentimiento)
3. Al encuentro del buey (el descubrimiento)
4. La captura del buey (la captura)
5. La doma del buey (la doma)
6. Retorno a casa a lomos del buey (el camino del gran retorno)
7. Olvidado el buey, sólo queda el boyero (solo y sin memoria)
8. Completo olvido del buey y el boyero (nada)
9. Regreso al fondo y al origen (algo más que nada)
10. Entrada en el mercado con las manos vacías (el retorno a la plaza del mercado)

Buda no pretendía dogmatizar, pero fueron las incapacidades de mantener conductas saludables de los monjes, que aquellos con más clarividencia tuvieron que crear un sin fin de normas, y que muchas de estas (cuando las lees) descubres que se podrían considerar absurdas e innecesarias aclamarlas como ley, pero ahí están, y hoy se siguen como parte de las enseñanzas para lograr la iluminación. 

Lo mismo se podría decir de Jesús y el cristianismo, e incluso el mismo taoísmo al cual hago referencia se a ceñido a reglas inquebrantables por causas similares.

Entonces, si validamos estas cuestiones...

¿cómo culpar a una herramienta que fue creada por el ser humano para compensar la propia displicencia del ser humano, como si esta fuera un agente de poder que excede a la de cada persona y que tienen alguna especie de poder sobre nosotros, gracias a que "otros" usan estas herramientas a su favor?

¿A caso, no será por la negación de que falta inyectar energía personal en el dominio del Buey?

¿Será que se prefiere, primero entregar el poder de nuestro auto-dominio, a unas normas que no suponen más que reglas arbitrarias pero sin poder real, para luego, en creaciones de narrativas que sustentan el auto-engaño, reforzados por más personas que comulgan en la comodidad, buscamos excomulgarnos de nuestros propios "pecados", gracias a un pensamiento mágico, sobre esas normas?

Entonces surge la posibilidad de emancipación, y sin saber que hacer con la nueva libertad, nos encerramos en dogmatismos propios, entre ellos la clasificación de emociones, buenas y malas.

Romper con el miedo a liberarse supone aceptar que (entre otras cuestiones) enfadarse, indignarse, no es solo bueno, sino también necesario.

Si las circunstancias nos colocan en situación de no poder exigir nada, la cólera dará la fuerza necesaria para no caer en estado de indefensión. Logrando así una energía extra que permitirá buscar medios y formas de protección, es este el gran valor del enfado, si es por algo injusto, este movilizará nuestra consciencia para cambiarlo, si te resignas, seguirá todo igual o puede que a peor si los abusos continúan. 

La cuestión está en que una vez  aflora el sentimiento colérico, este impulse pero no nuble la razón, y la racionalidad que permita encontrar dentro de las posibilidades, la de mayor probabilidad de éxito dentro de las probabilidades de lograr algún éxito. 

La razón obra adecuadamente cuando guiada por la emoción, aplica en su lógica deductiva las tres realidades y el objetivo definido. 

El objetivo definido, surge luego de una detenida evaluación sobre lo que es noble, justo y verdadero para uno y para la mayor parte de la vida consintiente a la que uno pueda abarcar desde su comprensión.

La realidad del ámbito, son las estructuras sociales y legales que enmarcan las circunstancias.

La realidad ambiental, es el momento o conyuntura social-politica-económica de las personas o actores que conforman la narrativa situacional.

La realidad circunstancial, son los eventos concretos que llevaron a la situación actual, los que están aconteciendo en este preciso momento y los probabilistas a corto y mediano plazo.

En conclusión, se puede decir que la indignación es meditada y bien fundamentada en las razones de porque algo es injusto, más las acciones razonadas que permitirán no terminar en acciones desmedidas.

Obrando así, el enfadarse siempre es bueno.


domingo, 16 de agosto de 2020

MELANCOLÍA Y TRISTEZA... EMOCIONES IDEALES PARA LA CONTEMPLACIÓN Y SOLIDARIDAD

 


¿Porqué la melancolía y la tristeza nos hace más sensibles y solidarios?

Hoy en día parece que llevar una vida contemplativa nada tiene que ver con caer en el estado de melancolía y ser solidario nada tiene que ver con estar triste.

Pues bien, la realidad es que si uno quiere experimentar vivida-mente la vida (valga la redundancia) es necesario caer en cuenta sobre la impermanencia de nuestra existencia y de todos los seres sensibles, pues en el momento que solemos olvidar o dejamos de acudir a la consciencia de nuestra finitud y de lo manifestado ante nuestros sentidos, a si sea por 1 minuto, 1 hora, 1 día, 1 mes, 1 año, perdemos la perspectiva de la realidad.

La tristeza, es la manifestación de que somos conscientes de nuestra vulnerabilidad y de la de los seres ante los acontecimientos, es esta consciencia la que nos pone en acción sobre las causas que pudieran beneficiar o al menos sosegar el sufrimiento de las demás sensibilidades.

Y la melancolía es la manifestación hecha emoción de la consciencia de que realmente nada se puede retener, todo está en constante desvanecimiento, o camino a la extinción y que por una u otra vía, lo que hoy es mañana ya no será, y lo que hoy está presente para nuestra consciencia mañana ya no lo estará.

A si sea porque el mismo envejecimiento personal hará que los sentidos pierdan su capacidad al punto que los sonidos no sonaran igual que ahora, ni lo manifestado ante la vista, el tacto, el olfato y el gusto tampoco. 

¿Y en cuanto pasará eso?

Pues está pasando ya, depende de la sensibilidad, memoria y atención personal para reconocer como han variado estas cuestiones en los pasos de los mismos años de vida. 

Ya con esta consciencia ni haría falta pensar en que un día no estaremos en esta vida, ni aquello que hoy creemos como permanente, pero de hacerlo falta, se podría apelar a la razón, la observación y el estudio para verificar y recordar nuevamente esta obvie-dad, para traerla a nuestro presente como susodicha sentencia. 

Entonces si bien, la emoción no hace a la consciencia sobre estos asuntos, sí es indicadora de ella, y promotora de acciones que permitirían actuar con sincero compromiso hacia el bienestar del prójimo, esto respecto a la emoción de la tristeza, claro está.

Con respecto a la emoción de melancolía, ésta predispondría la contemplación de las vivencias a un nivel sutil, delicado, atento y contemplativo.

Un ejercicio de recordar cada vez que tomemos una fruta, acariciemos nuestra mascota, pasemos frente a un árbol cargado de frutos o flores, escuchemos un canto de ave o una hermosa música, la lluvia caiga sobre nuestro rostro, el viento o la brisa nos acaricie la piel o despeine, y el sol nos cubra de su luz y calor,  la sola idea de que uno de esos sentidos está menguando diariamente y en nuestra vejez la sensación no será la misma, que no tenemos control ni del día que potencialmente perdamos una de estas capacidades sensitivas, ya no por algún accidente fortuito, sino por el mismo paso del tiempo, nos permitirá detenernos y reconocer que esa experiencia como cada experiencia en cada momento es única y especial.

domingo, 9 de agosto de 2020

CINCO ENSEÑANZAS DEL YOGA PARA LA VIDA COTIDIANA


Nadie puede discutir que la práctica del Yoga trae beneficios, ahora, la cuestión sería encontrar una manera de integrar estos beneficios a la vida cotidiana. 

No me refiero a su filosofía "cuasi religiosa", sino a su práctica física. 

¿Cómo hacer Yoga en cada acto de mi vida?

Repitiendo la misma formula des-constructiva que uso en las artes marciales para que estas puedan estar integradas en mi diario vivir. 

En esta disección, toda subjetividad ideológica, dogmática y religiosa, es lo primero que descarto,  quiero algo práctico, que lleva a mi propia espiritualidad, no a un adoctrinamiento conductual. 

Es así como el código del guerrero Samurai, no parecería llegar a más que el intento de ordenar la conducta social.  Lo mismo sucede con el adoctrinamiento del shinobi no kokoro del ninjutsu o los códigos éticos budistas y ni hablar los cristianos, por dar algunos ejemplos a los cuales estoy familiarizado. 

La práctica Yoguista no parece alejarse de estas cuestiones, por lo que la des-construcción vuelve a ser una herramienta clave en mi vida, en el intento de separar la paja del trigo. 

Con esto no reniego de la necesidad de un código de conducta social que permita una relativa pacificidad entre las personas, aunque debo detenerme en la crítica, de que tal vez, nos debamos un debatir profundo de las formas que nos unifican y dividen, parecen separarnos más, pero esto es arena de otro costal, a lo que voy es que, no necesariamente estas normas llevarían a un desarrollo de lo espiritual, algo que en su praxis nos separa por sus normas conductuales.

Una experiencia intima y hasta subjetiva, parecería ser la real conexión espiritual. 

Las cinco prácticas yogistas:

MANTRAS:

Una de las prácticas yoguistas es la utilización de mantras para inducir estados mentales. Es importante entender que los mantras no son ajenos a nuestro vivir, para entender como funcionan los mantras primero debemos descubrir cuales son esos pensamientos rumiantes  que nos gobiernan día a día, mes a mes, año a año. 

Los pensamientos, despiertan emociones, las emociones activan conductas, las conductas nos definen en acciones. 

Ahora, piénsalo razonablemente, ¿que fuerza puede tener un pensamiento inducido durante 20 minutos, tres veces a la semana en una práctica de yoga, ante un pensamiento que llevas naturalizado durante más de 20 años?

Es por eso que, el mantra no es una cuestión de práctica formal de yoga, sino que a de ser una práctica informal y consciente, del diario vivir. De esta forma, día a día, mes a mes, años a año, en plena disciplina y constancia podremos influenciar a través de nuestro pensar, nuestras emociones, para activar nuevas conductas y que estas se manifiesten en nuevas acciones que nos definan como personas.

PRANAYAMA:

Cuando estamos nerviosos, nuestra respiración es agitada, cuando estamos relajados nuestra respiración es distendida, cuando estamos concentrados nuestra respiración es lenta y profunda. 

Está claro que no podemos a cada momento buscar tapar una fosa nasal para respirar y luego buscar la atención en el movimiento del diafragma para corregir la respiración, esto viene a la práctica formal. 

Lo que si es práctico, es la asociación de un estado respiratorio en rutinas y actividades díarias.

Si eres deportista, sabes, según el deporte que ejercites el tipo y ritmo de respiración que más favorece ya  a tu actividad, en natación, la retención, exhalación y inhalación es clave, en los saques de tenis, la exhalación es importante, en las artes marciales los tiempos en la retención, exhalación e inspiración son adecuados según los objetivos que se busquen.

Esto nos demuestra que cada actividad, puede ser  potenciada según un habito de respiración que podamos adquirir.

Por lo cual, el pranayama formal, está bien para comenzar a tomar consciencia de su importancia, pero, las técnicas de respiración ( y no necesariamente las especificadas en yoga) han de ser estudiadas, evaluadas y adaptadas para que sean funcionales en las rutinas diarias de nuestra vida.

ASANAS:

Esto es algo mucho más aceptado en nuestra sociedad moderna. Asanas son solo posturas, no hay más. No encierran misticismo alguno, la cuestión es explorar cómo se aplican las asanas de yoga para adoptar esos habitos a las posturas que solemos tomar en nuestras acciones cotidianas y que este nuevo habito nos retribuyan los beneficios que la práctica yoguista nos trae.

1. Consciencia corporal, es importante comprobar a través de un breve escaneo mental, si la postura adoptada nos está cargando alguna zona de nuestro cuerpo.

2. Mentalmente soltar alguna tensión acumulada en la zona de nuestro cuerpo en esa postura adoptada.

3. Si luego de intentar  soltar mentalmente la tensión múscular no es posible, re-acomodar el cuerpo corrigiendo breves variaciones de la postura adoptada para equilibrar el cuerpo y relajar las tensiones que se van acumulando.

4. Cuando esto ya no surja efecto, romper la postura con suavidad para no crear nuevas contracturas y adoptar una nueva. Adoptar una postura contraria para relajar el cuerpo, es decir, si estábamos de pie, sentarnos, si estábamos sentados levantarnos, si estábamos encorvados, enderezarnos, si estábamos muy rectos, flexionarnos. Este será un momento de relajación, con consciencia corporal, tal vez un minuto o dos, luego se adopta la postura correspondiente para seguir con la actividad.

SAVASANA:

La relajación profunda, es necesario para renovarnos, dedicarnos diariamente a una spa personalizado.

Un cuidado, un mimo, afecto, comprensión, amor, compasión por nosotros mismos.

El savasana no es más que el permitirte sentir bienestar personal.

¿Qué te da paz?

A mi hoy, en esta zona de España donde vivo, en esta época, verano, es irme al río, mojarme los pies, darme un masaje en ellos, respirar para apreciar los cambios que trae el viento.

Donde estés, en el momento que estés, busca tu retiro, busca tu savasana. Un momento al día o varios al día, lo que te apetezca, por el tiempo que te apetezca, busca tu savasana. 

TIEMPO:

Este es el momento de meditación.

Reserva un tiempo al día para hacer una meditación formal y otra informal.

Formalmente es adoptar un momento y lugar al día, alejado de ruidos y distracciones para leer y oir a expertos que aporten ideas de como mejorar el entrenamiento, hacer una práctica de mantras o de respiración.

El mindfluness es la práctica sin práctica. 

Es dedicar un tiempo a experimentar, a frenar el automatismo, a concebir lo que se manifiesta, interna y externamente para ejercitar no implicación o arrastres de la mente por los cambios de esta y los dhammas (apegos o causas de los mismos). 

Aquí tampoco hay método o lugar ideal, sino una darse la oportunidad para parar y ser consciente del agua que corre por tus manos cuando lavas el tazón en el cual acabas de comer, o la sensación del intestino cunado estas defecando. 

La oportunidad de parar, está en los lugares y momentos menos pensados.










martes, 4 de agosto de 2020

ALEGRÍA VS FELICIDAD ¿Cómo evitar el sufrimiento?




Analizaremos dialéctica-mente las razones de la alegría y de la felicidad para entender sus diferencias conceptuales y así conocer el estado ideal para cada momento. 

Tanto la alegría como la felicidad, son estados emocionales positivas, pero la diferencia radica en los factores condicionantes, las formas de obrar para conseguir el estado y las consecuencias de no lograr el objetivo. 

La alegría, es una construcción positivista, es decir, hay un método posible para alcanzar las cosas que nos dan satisfacción y placer.

La felicidad, es una des-construcción etimológica, es decir, hay un método para descubrir el origen, fuente y detalles  de los cambios de cualquier forma (palabras, conceptos, ideas, etc.) y sus significados para llegar al punto de no aferrase a nada.

La alegría es el estado que se consigue cuando perseguimos nuestros objetivos y percibimos las posibilidades de alcanzarlas.

La felicidad es el estado que se consigue cuando se carece de cualquier peso mental.

Según el budismo, deberíamos aspirar al estado de felicidad y no de alegría, pues el estado de felicidad estaría al alcance de la decisión de renuncia, cuestionamiento y liberación de lo que se supone nos da alegrías o sufrimientos, esto sería una acción absolutamente personal y factible, sujeta a la voluntad personal.

La alegría, tiene un problema mayor y es que no depende 100% de las acciones personales, a la vez que esta es concretada, la satisfacción se desvanece, pues la adquisición de lo que le da alegría es una meta cumplida, por lo cual, el mismo logro provocaría un sufrimiento o vació, que necesariamente se lograría superar en la búsqueda de un nuevo objetivo, pero, volviendo a la posibilidad de encontrarse en la imposibilidad de conseguirlo, con un sufrimiento constante por ello, hasta lograrlo y una vez experimentada la satisfacción, caer nuevamente en el sufrimiento. 

La felicidad, en cambio, sería la negación de cualquier relación de apego. Todo lo que se relacione a satisfacciones, corpóreas, sensoriales, de consciencia o conocimiento, o de formaciones mentales, están sujetas a la sensación de sufrimiento, por lo explicado anteriormente. Por lo cual, la felicidad estaría, en la liberación de "eso" que impregna de deseo por conseguir esa satisfacción en una de los cuatro factores mencionados. 

Ninguna de las dos prácticas parecerían ser fáciles de cumplir, pues si bien, la búsqueda de alegría no es totalmente propia del sujeto, la felicidad tampoco lo es, ya que la naturaleza humana esta provista de un apego natural a las cosas, preferencias y aversiones que están en el plano corpóreo, sensible, conceptual y mental.

Al igual que en la frustración, está el darse cuenta que la alegría se desvanece por cuestiones que no dependen de uno e incluso por el logro o conquista de la misma, el continuo recaer en los apegos en los cuatro factores, podría generar un desgaste mental, ya que la no recaída depende de una continua atención plena (mañana, tarde, noche, días, semanas, meses, años)  que tampoco llevaría a una liberación definitiva, pues el mero descuido o desatención permitiría que la "puerta" a los apegos quede libre para los sentidos y conceptos mentales.  

Aunque, es obvio que quien escribe, es un neófito de los asuntos del desapego, y que en las escrituras budistas, se dice que una vez comprendido el desapego, se entra en el camino de no retorno. 
Igual pienso que este camino requiere una profunda concentración y atención sobre las tendencias para des-construirlas, por lo menos, en los primeros inicios. 

El ejercicio de búsqueda de la felicidad, requiere de tiempo para atenderse a si mismo, y la vida moderna, con sus sujeciones de poder, no permite esta contemplación continua, estamos "entregados" a un poder invisible (a simple vista) que nos condiciona a fracasar en el intentar de este camino, y darse cuenta, es caer en la depresión existencial pues supone la renuncia no solo a la condición de seres sociables que nos impone un ser fuera de si-mismo, si no al detener de un engranaje esclavizarte, (si dejas de producir, trabajar u obrar, por el tiempo suficiente para que tus recursos se agoten, no tendrás para comer). 

La realidad de nuestra carente libertad, se revela cuando intentamos detener los compromisos para solo contemplar las ataduras que se producen en los cuatro factores. 

Ahora bien, parecería haber una solución intermedia para los laicos que buscamos medianamente tener un esbozo de libertad, y estaría en saberse aprovechar las ventajas de las dos prácticas (la búsqueda de alegrías y la felicidad)

En la medida que esté dentro de nuestras posibilidades sería beneficioso, tener metas y proyectos para alcanzar lo que nos produce alegrías, aunque estas estén sujetas a lo que el sistema nos promueva con pre-diseños de satisfacciones y placeres, limitando, quizás, la libertad de elegir. Aún así, si esta cuestión no nos importa mucho, deberíamos recordar que hay innumerables factores que pueden afectar el logro de lo que optemos para lograr momentos de alegrías y en el momento en que las oportunidades carecen de propicias o prometedoras  posibilidades, hacer uso de la contemplación, viendo en esa imposibilidad la oportunidad y espacio adecuado para dedicar el tiempo a centrarnos en la atención plena, de los cuatro factores Budistas: CUERPO, SENSACIONES, CONCIENCIA Y FORMACIONES MENTALES.

Cuando disciernas claramente lo que depende de ti de lo que no, descubrirás cada día, tu momento para la contemplación.