ANÁLISIS DE UN MAL DÍA, antecedentes de la vida moderna

Un día el deseo de trascender se despierta dentro de ti y manifiestas firmemente que has tomado la decisión de luchar por tus sueños, ilusiones, deseos y necesidades personales.

Sin embargo, ni bien comienzas a planificar y decides hacer lo que quieres, los compromisos obligan a posponer tus prioridades.
Poco a poco, cuanto más te esfuerzas el sentimiento de incertidumbre crece dentro de ti:
 ¿Cuándo llegará mi oportunidad?
¿ Hoy será el día que pueda expresar mi sentir sin que esto suponga problemas?
¿Cuando podré lograr lo que quiero?
Ahí te dices que tienes que mejorarte, quizás aprender a hacerlo mejor, esforzarte más, pero al pasar los días, meses y años, te das cuenta que no tienes la energía que deberías tener para dar todo lo que deberías:
¿Podré hoy rendir lo que exigen de mi en mi trabajo?
¿Lograré sacar lo mejor de mí para conseguir lo que quiero para mi vida?
¿Estoy dando todo lo que puedo dar?
El estrés inicial se carga con auto-exigencias que se le suma aun otra incertidumbre más:
¿Y si a pesar de todo mi esfuerzo, no lo logro?
¿tendré lo que se necesita para conseguirlo?
¿Y si me equivoco?
En este punto el estrés comienza a generar síntomas-somáticos. Quizás sudoración, palpitaciones, agitación, etc.
Y se suma una nueva situación interna:
Imaginas las consecuencias negativas que ese fracaso traería a tu vida, son múltiples ¿verdad? Vuelves a mirar tu realidad y te das cuenta que no solo no sabes si podrás lograr lo que quieres y te enfrentas a las múltiples situaciones que traería el fracaso, sino que descubres que tienes situaciones externas a tu voluntad y capacidad que son adversas, no solo te dificultan sino que potencian aún más tus posibilidades de fracasar. Las personas que podrían colaborar no se muestran comprometidas, otras solo ponen trabas y pegas a lo que intentas hacer, no cuentas con recursos económicos o materiales y quienes lo tienen no quieren o no pueden compartirlas contigo.
A pesar de todo lo que tienes en contra, tú no te dejas amedrentar y te esfuerzas al punto que la competencia que tienes que dar se convierte en un gran peso, que empieza a afectar tu descanso, ya no puedes relajarte durante todo el día y por las noches no duermes profundamente, a veces te despiertas en sobresaltos, tienes sueños livianos o con pesadillas, y por las mañanas te levantas cada día con más cansancio mental y físico.
Un día sientes fuertes contracturas, otro día sufres alguna lesión física por algún accidente en tu hacer distraído, comienzas a sentir que todos están evaluando lo que haces, que te juzgan los compañeros, tu jefe, la competencia, tus familiares, etc.
En este punto sientes altibajos muy fuertes de tu estado anímico, cuando ves una pequeña ventaja te aceleras y actúas irreflexivamente con impulsividad, cuando ves desventajas del momento caes en ansiedad y nerviosismo.
La perdida de una ventaja considerable te hunde emocionalmente, tus pensamientos son los que te juzgan y condenan, ahora tu mayor adversario está dentro de ti.
Te das cuenta que el tiempo corre y no has logrado nada de lo que te habías propuesto, así que tu hacer y tu vida comienza a moverse contra reloj, ya no puedes permitirte perder tiempo, ya habrá momentos en el futuro para distraerte, cuando consigas lo que quieres,  nada ni con nadie es merecedor de tu tiempo, ya habrá momentos para escuchar a los demás cuando consigas lo que te urge.
Corres, y la semana se convierte en un día, el mes parece ser una semana y cuando quieres darte cuenta ya es fin de año.
Las circunstancias se vuelven tan cambiantes que no puedes predecir lo que puede pasarte, ni mucho menos mantener un control de lo que puedes hacer o dejar de hacer.
Quizás en este punto decidas pedir ayuda pero las decisiones contradictorias de las personas, en un momento te dicen que sí y cuando llega el momento ya no cuentas con ellas.
En este punto estás en un elevado pico de estrés y cuando necesitas que las personas te contengan o ayuden en tu estado mental y emocional, surgen los gritos, discriminación, gestos de disconformidad o hasta  amenazas.
Ahora estás en tu pico de mayor cansancio, sufrimiento de tu vida, y quizás hasta con dolores físicos, los contratiempos somáticos te obligan a cambiar tus planes, tu salud flaquea y ya no puedes seguir ese ritmo, te das cuenta que has fracasado, y ahora tu "lucha" interna es contra ti, has fracasado en prácticamente todo lo que te habías propuesto.
Llega el momento de afrontar las situaciones decisivas.

¡USTED A LLEGADO A SU DESTINO! 

CRISIS EXISTENCIAL

DEJA DE SUFRIR HOY MISMO

La filosofía Budista parte de la premisa que desear trae sufrimiento.

Esto lo argumenta muy bien la filosofía estoica al decir que no hay nada que realmente se pueda controlar, salvo la capacidad de discernir sobre lo que se tiene y no se tiene realmente, sobre lo que es de uno y lo que no, y es esta clarividencia lo que proporciona la verdadera libertad y felicidad, pues no habría nada que pudiera querer y no poseer. Esto lo argumenta muy bien la psicología del deporte, cuando dice que la mayor motivación viene de la sensación de control, es por esta percepción que el practicante encuentra sentido y fe para esforzarse y mejorarse a si mismo. 

Pues bien, sabiendo estas cuestiones, ¿cómo dejar de sufrir en este preciso instante?

El problema está en que el ser humano siempre va a desear.

Los estoicos proponían la reducción de los deseos por medio de diversas técnicas que coinciden con las budistas, como por ejemplo: Si no estás preparado para lograr la apatía por las cosas, es mejor no verlas, hasta alcanzar ese estado. También proponían desmenuzar los conceptos para quitarles esos significados que tanto tientan, como por ejemplo: cuando se desea con apetito voraz a una persona, ir describiendo parte por parte, lo que es, músculos, huesos, internamente fluidos corporales, hasta excremento, de tal manera que desapareciera la construcción de "bella mujer, o bello hombre". Lo mismo con una sabrosa comida, o como decía Buda; una "rosa".

La propuesta de la psicología deportiva, promueve una descontrucción positiva, es decir, si se desea objetivos difíciles, lo que hay que hacer es dividir los objetivos de tal forma que sean sustancialmente posibles de lograr. Acciones que dependan absolutamente de uno y que se esté en posibilidad de conseguirlo y si no se está en condiciones, ponerse como objetivo aquellas cuestiones que previamente se necesitan para lograr el objetivo intermedio que pudiera llevar al logro. Esto daría una sensación de control que le motivaría a conseguir o reforzar conductas positivas para lograr sus objetivos.  Es algo que inevitablemente llevaría tarde o temprano al sufrimiento, pues hay factores que escapan a los esfuerzos personales y no siempre se va a lograr todo lo que uno se proponga. Es quizás por esto mismo que las ideas budistas y estoicas preveen esta eventualidad de no conseguir lo que se desea a pesar de haber dominado muchas nuevas conductas y es por eso que son vigentes hoy en día.

Tanto los estoicos como los budistas creen que el tener ciertas frases presentes "mantras", ayudan a salir rápido del sufrimiento, claro, para eso hay que acordares de ella en el momento que más se necesite.

Es por ello que has de tenerla en una especie de santuario en algún rincón no muy oculto de tu casa, llevarla en tu block de notas del móvil, tal vez algún colgante o pulsera, y si eres amante de los tatuajes, hasta podrías tatuarlo en una zona de tu cuerpo que pudieras verlo con facilidad.

Aquí va un proceso de pensamiento para salir del sufrimiento de la ruptura de esa ilusión, cuando caes en la realidad de que lo que tanto deseabas y por lo que tanto te esforzaste no se materializa como lo querías:

苦 集 滅 度  kuju metsudo: Las penurias confluyen para destruir el tiempo. 

Esta es una sentencia de advertencia que pretende recordarte lo más valioso que estás perdiendo, grabalo a fuego en tu mente, pues cada instante que pasas en el sufrimiento, es tiempo que tu mente está distraída y se te escapa el momento presente, o si quieres verlo de otra forma... pierdes de ver nuevas oportunidades de ser feliz.

Guía breve de cómo actuar con personas conflictivas

Nueve pasos consecutivos para el mejoramiento en las relaciones con alguien que se siente alterada por una situación inesperada para ella. 

1. Mantente en la calma.

Estar en calma no significa demorar las acciones.
En linea general las personas se sobreexcitan ante una discusión, entran en pánico o sienten miedo.
Muestra que mantienes autodominio.

2. Realiza una composición de la situación y lugar.

Parte de mantener la calma es permitirse entender el contexto general para evaluar si es el lugar y momento oportuno para responder y si hay personas o contextos que pueden perjudicar aun más la situación.

3. Tratar a la persona con gentileza para no alterarla más.

Solo se  justifica provocar una reacción moderada, cuando esto sea beneficioso para mejorar la situación, evitar un mal mayor, proteger causas realmente importantes o para impedir que vuelva a suceder una situación igual.

4. Examinar bien lo que afecta a la otra parte. 

Hay que estar segur@s de no dejar que queden heridas abiertas.

5. Hacer solo lo necesario.

A  veces por querer solucionar todo, se termina afectando más.  Por eso lo mejor es hacer lo que corresponde a uno, ni más ni menos.

6. Darle a la persona conflictiva la justa atención.

 A veces el desestimar sus reclamos agrava la situación, otras veces es por darle demasiada atención a sus caprichos.

7. No darle más información de la que está dispuesta a escuchar. 

La inconsciencia es una decisión personal, el forzar a las personas a escuchar verdades  cuando no están en su mejor momento para aceptarlas, puede agravar el conflicto.

8. Tranquilizala.

 La persona conflictiva, aunque no lo parezca tiene tanto miedo como tú. El curso de su vida se a visto truncada abruptamente y eso la altera. Averigua sus temores y calmaselos, luego subele el ánimo, dile cosas como: "no estás sol@" "encontraremos expert@s que nos ayudarán".

9. Asegurate que se sienta acompañada. 

La soledad ese mala compañía, incrementa el estrés en la persona sensible por la situación. No es imprescindible tu compañía pero sí que esta le ayuda a tomar buenas decisiones,  le de seguridad y le de tranquilidad.

CINCO PENSAMIENTOS PARA PROTEGERNOS DEL SUFRIMIENTO

Hay cinco mandamientos que nos pueden proteger del sufrimiento

1. Lo que la mente concibe, será su verdad.

No hay nada fuera de lo que la mente pueda concebir, da igual si se comulga o no con ello.
Lo importante es entender que si la mente lo comprende y se lo aprende como una verdad, eso será un hecho.

De esta premisa surgen las restantes cuatro.

2. Lo más importante siempre a de ser el autodominio. 

Partiendo de la premisa madre, aquí recordamos que la infinidad de las infinitas estrategias, ejercicios y técnicas que se puedan proponer para el autocontrol solo tienen un secreto, y es que han de depender de un@, son solo de un@ y para un@.

3. Mantener simple las emociones da seguridad.

Esto quiere decir que cuanto más simplifiquemos las ideas, evitando elucubraciones mentales, sin retorcer tópicos, traerá paz mental. No significa tener una mirada ingenua de la vida, sino que esta a de permitir comprender la realidad sin perturbar la mente.

4. Mantener un porte sencillo. 

Esto se refiere a la percepción de  nosotr@s mism@ en relación al exterior (roles asumidos), el saber soltar afecciones y modismos, identificaciones con conductas e influencias de terceros, es clave para conseguir libertad y paz. Requiere de una profunda clarividencia que proviene de la calma reflexiva para romper las construcciones internas que nos hacen esclavos de los deseos.

Cuanto menos creas necesitar, más libre serás.

5. Mantener pocas cosas y simples.

Esto se refiere  a los objetos y pertenencias.

Se necesita de pocos objetos para vivir y ser feliz, cuanto menos hay que sostener menos son los miedos o preocupaciones, permitiendo que la mente se pueda centrar en lo más importante. El autodominio.