Seguidores

viernes, 28 de febrero de 2020

ANÁLISIS DE UN MAL DÍA, antecedentes de la vida moderna


Un día el deseo de trascender se despierta dentro de ti y manifiestas firmemente que has tomado la decisión de luchar por tus sueños, ilusiones, deseos y necesidades personales.



Sin embargo, ni bien comienzas a planificar y decides hacer lo que quieres, los compromisos obligan a posponer tus prioridades.
Poco a poco, cuanto más te esfuerzas el sentimiento de incertidumbre crece dentro de ti:
 ¿Cuándo llegará mi oportunidad?
¿ Hoy será el día que pueda expresar mi sentir sin que esto suponga problemas?
¿Cuando podré lograr lo que quiero?
Ahí te dices que tienes que mejorarte, quizás aprender a hacerlo mejor, esforzarte más, pero al pasar los días, meses y años, te das cuenta que no tienes la energía que deberías tener para dar todo lo que deberías:
¿Podré hoy rendir lo que exigen de mi en mi trabajo?
¿Lograré sacar lo mejor de mí para conseguir lo que quiero para mi vida?
¿Estoy dando todo lo que puedo dar?
El estrés inicial se carga con auto-exigencias que se le suma aun otra incertidumbre más:
¿Y si a pesar de todo mi esfuerzo, no lo logro?
¿tendré lo que se necesita para conseguirlo?
¿Y si me equivoco?
En este punto el estrés comienza a generar síntomas-somáticos. Quizás sudoración, palpitaciones, agitación, etc.
Y se suma una nueva situación interna:
Imaginas las consecuencias negativas que ese fracaso traería a tu vida, son múltiples ¿verdad? Vuelves a mirar tu realidad y te das cuenta que no solo no sabes si podrás lograr lo que quieres y te enfrentas a las múltiples situaciones que traería el fracaso, sino que descubres que tienes situaciones externas a tu voluntad y capacidad que son adversas, no solo te dificultan sino que potencian aún más tus posibilidades de fracasar. Las personas que podrían colaborar no se muestran comprometidas, otras solo ponen trabas y pegas a lo que intentas hacer, no cuentas con recursos económicos o materiales y quienes lo tienen no quieren o no pueden compartirlas contigo.
A pesar de todo lo que tienes en contra, tú no te dejas amedrentar y te esfuerzas al punto que la competencia que tienes que dar se convierte en un gran peso, que empieza a afectar tu descanso, ya no puedes relajarte durante todo el día y por las noches no duermes profundamente, a veces te despiertas en sobresaltos, tienes sueños livianos o con pesadillas, y por las mañanas te levantas cada día con más cansancio mental y físico.
Un día sientes fuertes contracturas, otro día sufres alguna lesión física por algún accidente en tu hacer distraído, comienzas a sentir que todos están evaluando lo que haces, que te juzgan los compañeros, tu jefe, la competencia, tus familiares, etc.
En este punto sientes altibajos muy fuertes de tu estado anímico, cuando ves una pequeña ventaja te aceleras y actúas irreflexivamente con impulsividad, cuando ves desventajas del momento caes en ansiedad y nerviosismo.
La perdida de una ventaja considerable te hunde emocionalmente, tus pensamientos son los que te juzgan y condenan, ahora tu mayor adversario está dentro de ti.
Te das cuenta que el tiempo corre y no has logrado nada de lo que te habías propuesto, así que tu hacer y tu vida comienza a moverse contra reloj, ya no puedes permitirte perder tiempo, ya habrá momentos en el futuro para distraerte, cuando consigas lo que quieres,  nada ni con nadie es merecedor de tu tiempo, ya habrá momentos para escuchar a los demás cuando consigas lo que te urge.
Corres, y la semana se convierte en un día, el mes parece ser una semana y cuando quieres darte cuenta ya es fin de año.
Las circunstancias se vuelven tan cambiantes que no puedes predecir lo que puede pasarte, ni mucho menos mantener un control de lo que puedes hacer o dejar de hacer.
Quizás en este punto decidas pedir ayuda pero las decisiones contradictorias de las personas, en un momento te dicen que sí y cuando llega el momento ya no cuentas con ellas.
En este punto estás en un elevado pico de estrés y cuando necesitas que las personas te contengan o ayuden en tu estado mental y emocional, surgen los gritos, discriminación, gestos de disconformidad o hasta  amenazas.
Ahora estás en tu pico de mayor cansancio, sufrimiento de tu vida, y quizás hasta con dolores físicos, los contratiempos somáticos te obligan a cambiar tus planes, tu salud flaquea y ya no puedes seguir ese ritmo, te das cuenta que has fracasado, y ahora tu "lucha" interna es contra ti, has fracasado en prácticamente todo lo que te habías propuesto.
Llega el momento de afrontar las situaciones decisivas.

¡USTED A LLEGADO A SU DESTINO! 

CRISIS EXISTENCIAL



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.