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miércoles, 14 de octubre de 2020

¡NO PUEDO MÁS!-¡TODO ME IRRITA!-¿CÓMO DOMINAR EL ESTRÉS?

 

Uno de los tópicos del estrés, es pensar que cuando no se hace nada, no habría motivo para tener picos de estrés y en cambio, quienes están sobre-estimulados por el exceso de trabajo, si. 

Pues bien, esto no sería tan así, ya que el estrés tiene una cuota muy elevada de actitud y filosofía de vida.

Es verdad que el estrés físico es inevitable si no le damos un descanso adecuado al cuerpo, lo nutrimos equilibradamente y hacemos ejercicios adecuados como puede ser yoga u otro que nos permita romper con las tensiones acumuladas de la actividad física diaria, pero también es verdad que la mente proporciona una carga elevada de estrés al cuerpo aumentando así. 

Es así que, una persona que no pueda desconectar de sus preocupaciones, por más que se vaya a un spa con todos los servicios de relajación y masajes pagos, no podrá lograr el placer y bienestar necesario para recuperarse, tanto física como emocionalmente. 

Seguro todos conocemos alguna persona que como dicen en mi país "tiene hormigas en el culo", una persona que incluso en sus vacaciones no puede desconectar de agendas y actividades, estructuradas y programadas. Personas que sienten estresarse si no tienen "algo que hacer" o no tienen definido un plan del día.

Esto es obvio de reconocer, pero, ¿Cuántas veces nos descubrimos a nosotros mismos pensando en tareas o proyectos a futuro, durante un momento que se suponía era para nuestro disfrute? o quizás la pregunta adecuada sería, 

¿Cuándo realmente te dedicaste una semana, cinco días, tres días, un día completo a no pensar en nada que supusiera un hacer que no fluyera internamente, liberada la mente de preocupaciones, sin pensar en planificar absolutamente nada?

Es interesante leer los suttas de Buda pues este pareciera promulgar con su ejemplo el vivir sin estrés, en los suttas se pueden encontrar pasajes que sugieren a Buda como un ser despreocupado de las cuestiones de la época y de las más básicas, como podría ser, ¿Qué comeremos hoy? Cuando se acercaba la hora de comer mendigaba, cuando se acercaba la hora de dormir buscaba un refugio, luego se movía según su apetencia y lo que sí queda muy claro en los suttas, es que pasaba de las exigencias, reclamos y pedidos de cualquiera que le buscara, primero se iba a reposar bajo una reconfortante sombra de un árbol si hacia calor, luego se iba a refrescar a una laguna cercana, luego que las personas de la ciudad había despertado, se acercaba a mendigar... y mientras, las personas, sabios y discípulas que le venían reclamando su presencia para debatir no hacían más que recordarle que le estaban  esperando. Ya luego de haber satisfecho su comodidad, y viendo que aún persistían en su reclamo por su presencia, aceptaba de buena fe ir, y aún llegando a ese lugar de reunión, esperaba pacíficamente fuera del recinto hasta ser invitado a pasar. 

Bien, es obvio que este nivel de ascetismo para nuestra vida mundana y laica, por así llamarla, es prácticamente imposible, pero, podríamos extraer las líneas generales de esta actitud y adaptarla a nuestras vidas para que gradualmente logremos recuperar nuestro espacio de disfrute personal. 

Lo que sabemos hoy en día del estrés, es que este inicialmente viene de una actitud mental, pues es esta la que nos promueve una forma de afrontar las tareas diarias, eso si no queremos ahondar más profundo y revisar los supuestos que justifican y sostienen nuestra forma de vida. Así que quedémonos en la punta del iceberg, la cual es, aunque mínima, una parte de la cuestión.

Sabemos que tipos de alimentos, y por alimentos me refiero a todo lo que consumimos, desde drogas legales a propagandas mediáticas, deprimen o excitan nuestra mente, alteran nuestros pensamientos y conductas, durante el día estamos consumiendo elevadas dosis de estimulantes y depresivos, en noticias y alimentos, esto es una de las causas modernas de la acumulación de estrés. 

Sabemos que las alteraciones emocionales también son causantes del estrés moderno, por lo que a un cuerpo y mente ya estresada por las informaciones que constantemente nos recuerdan que vivimos distopía, alimentándonos de productos estimulantes como la cafeína o con exceso de azucares, más algún tipo de droga depresiva, como un copa de vino o una cerveza, o un cigarro, se le suma los desencadenantes de tener que entenderse entre personas que ya están de por sí, afectadas orgánicas y mentalmente por su mala calidad alimenticia, creando así situaciones que desencadenan en desbordes pasionales, que se remata con un tiro de gracia, que es, la represión que supone no liberar esas emociones y mantener un decoro bajo las normas de conductas establecidas para una convivencia de tolerancia y respeto a las normas y formas que se entiende correcta para una sociedad. Esto no puede dar otro resultado que una implosión emocional. 

Pero aún hay más,  y es la filosofía de vida pos-moderna que nos impera hacer y producir para ser dignos de nosotros y de pertenecer a una casta de seres dignos por su entrega a un proyecto o trabajo. No permitiendo así, detenerse en nada, y si se lograse un real detenimiento, no sería por mucho tiempo sin que este acarreara la culpa por su improductividad. 

Pero.. ¿tú crees que el estrés se detiene en todas estas cuestiones? Claro que sabes que no, pues nos queda mencionar, el consumo y acumulación como incrementador del estrés, pues, siempre hay un nuevo móvil que adquirir, un nuevo libro que leer, una nueva tendencia que seguir, una nueva lineal que adquirir, creando así una mente adictiva a niveles ya abstractos e ideológicos, lo cual lleva a un no parar ni si quiera en el plano de la información, creando así la angustia del no poder llegar a estar en la punta de lanza, en la cúspide  en su área de interés, alimentado obviamente, por un sistema que promueve y premia a quienes están actualizándose en sus profesiones.

Y ahora, el estrés si que aumenta, pues, si ya el hecho de moverse con las premisas del hacer y consumir, nos mantenían en vilo, ahora, el no poder cumplirlo, el tener que elegir o verse la obligación de reducir, o la incertidumbre que supone no saber hasta cuando, es, por lo menos, una nueva forma de estrés, quizás hasta peor, pues no estábamos preparados para soportar el derrumbe de lo que sostenía nuestro estilo de vida a niveles nunca antes vividos en carne propia, pero que gracias a la tecnología podemos, ahora, suponer entender lo que es estar en países como Venezuela. 

Sin dudas estamos muy lejos de la propuesta de vida de BUDA.

UN CAMBIO DE ACTITUD

1. Evitar la severidad. Si ya estamos en un punto en el que supera todas nuestras capacidades de respuestas, lo mejor es evitar caer en autoexigencias.

2. Evitar las exigencias, si ya lo único que nos va quedando como certidumbre es nuestra capacidad de estar tranquilos, en la medida de lo que podemos decidir por nosotros mismos y no caer en expectativas, lo mejor que podemos hacer es no darle importancia, no caer en reclamos y si has de cumplir, que sea en el momento que tú estés cómoda, cómodo. 

3. Ya que no tienes opciones de recursos, decide por tu tiempo y atención.

4. De nada sirve los celos, las cosas son cosas no dan más significado del que uno les da, las personas no son cosas que puedan ser significadas por uno sin que estas se busquen diferenciarse de ello, por lo tanto, celar no es más que obstinarse en significados, no en velar por verdades y personas.

5. Temer no sirve de nada, tememos a no poder sostener nuestra vida, pero ¿Cuántas veces la muerte de algo que creíamos imprescindible para nuestra vida, quedó en un recuerdo que no valió tanto sufrimiento? Cuando algo en nosotros muera, ya no está, por lo tanto, no habrá dolor, entonces ¿para qué preocuparnos y sufrir por el temor a perderlo? Cuándo estemos muertos, no habrá nada, ni dolor ni placeres, no podremos ser ni vivir como memoria de lo que hoy somos, entonces ¿para qué preocuparnos de perder una relación, un recurso o hasta morir?

6. Tener ansiedad no sirve de nada, lo que sabes que puedes lograr, lo harás y lo conseguirás, lo que sabes que no puedes lograr no lo intentarás, lo que sabes que depende de ti lo harás y lo que no depende de ti puede o no que lo consigas, así que despreocúpate. 

7. Sentirse menos que los demás no sirve de nada, tampoco sirve de nada sentirse superior a los demás. Cuando las personas quieren estar contigo, lo harán, cuando no quieran no lo harán, dependerá de sus necesidades o de lo que crean necesitar.

8. Tensionarse es innecesario. Cuando ves que tus hombros están tensos y no estás cargando ningún peso, ¿Qué sentido tiene? Aflójalos. Cuando estás sentada o andando aceleradamente sin ninguna justificación válida ¿Qué sentido tiene? Disminuye tu marcha. ¿Si estás paseando pero tus pensamientos te distraen ¿Qué sentido tiene esto? Mira el paisaje, huele el ambiente, conecta con el lugar.

9. Si tienes pies fríos, dolor de pecho por angustias, sobreexitación por lo que está pasando, ¿Qué sentido tiene pasar mal pudiendo buscar tu bienestar, a caso por pasarlo mal afectará para bien la situación que padeces, si esto de pasarlo mal no cambia lo que sucede, qué sentido tiene pasarlo mal? actuar para cambiar el mal no necesariamente implica padecerlo. Piensa en lo que a ti supone tu comodidad y ve hacia lo que está a tu alcance y te hace bien.

10. Tienes dolores musculares, ¿Qué sentido tiene soportarlo? Pide que te hagan masaje, hazte automasaje, tumbate en una ambiente confortable, ve a un lugar relajante, aprende técnicas de yoga y estiramientos pasivos. ¿Qué sentido tiene quedarse padeciéndolo?


11. Si crees que la vida es injusta  y de sufrimientos ¿Qué sentido tiene amargarse por ello? Pues siendo así, no hay porqué agregarle más cargas en nosotros mismos y en los demás.

12. Si tienes insomnio, ¿Qué sentido tiene agobiarse por ello? ¿acaso no son horas de vigilia que puedes aprovechar en actividades felices hasta que el sueño regrese? Lleva tu atención a actividades que te den placer y valor a tu noche. 

13. Tienes agresividad acumulada. ¿De qué sirve alimentarla más, negarla o reprimirla? La agresividad es un mecanismo que supone generar un cambio, usa esa energía para crear estrategias y planes efectivos según tus posibilidades.






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