El virus pone a los dirigentes como incompetentes no importa lo que decidan, pero esto tiene una trampa, y es que esta pandemia vino a revelar, "desenmascarar" a los falsos humanistas, que estando en el gobierno no quieren soltar el sillón antes que velar por el bienestar de "su pueblo", es este deseo de aferrarse al sillón que termina actuando en contra, convirtiéndolos en imitadores de la actitud de imprudencia e inmadurez de Alejandro Magno.
El dilema está en las siguientes dos cuestiones:
Si para mantener el poder el gobierno respeta los derechos y libertades, la sociedad critica su incapacidad de preservar la vida de los seres queridos pues el mero hecho de mantenerlas, supone una propagación del virus, afectando a una población debilitada y enferma producto de una vida sedentaria, estresante y de mala alimentación, todo promovido por el afán de brindarle al pueblo el mayor confort inmediato para que les mantengan el poder.
Si analizamos la segunda opción, salvar a una población enfermada por el mismo confort que los gobiernos brindaron con la promoción desmedida del consumo, frente a un virus que ataca a los que se excedieron en estos placeres, se debe restringir la movilidad y sobre todo, de los sanos, pues son propagadores asintomáticos o con leves síntomas, eso supone suspender los derechos y libertades.
¿Cómo convencer a la mayoría de rescindir sus derechos y libertades?
Sabiendo que el ser humano por medio del miedo es influenciado, se consigue que los sanos adopten las medidas restrictivas, lo cual lleva a preguntar
¿por cuanto tiempo estará dispuesta una sociedad de rescindir sus derechos y libertades para que una parte de ella sobreviva?
¿en que punto la vida del otro vale más que la propia y en que punto la propia entra a pesar más que la del otro?
Más pronto que tarde los líderes han caído en el facilismo de Alejandro Magno, y estando aquí (el pueblo) encerrados, nos enteramos que el poder se afianza comprando a los influyentes de turno para convencer a la mayoría de los incautos y miedosos que los derechos que se están siendo vulnerados es la mejor opción, mientras que ellos dan señales de mantenerselos, y a todo esto se le suma que los seres queridos siguen falleciendo (a lo cual solo un discurso "mágico" puede decir que más fallecerían si no estuviéramos confinados, pero... ¿cómo saberlo?, si el hecho de estar en una de las dos posturas, supone entrar en la incertidumbre de la otra opción, poniendo una vez más en jaque a la credibilidad de los gobernantes.
Mi objetivo real de plantear este tema actual es presentar la trampa que se genera cuando los emprendedores se consideran a si mismos capaces de resolver un nudo gordiano al buen estilo de Alejandro Magno, y como la trampa del poder, atrapa al más listo pero no al sabio.
Y es así como se nos alienta a actuar, bajo la rebeldía ante lo que no estamos capacitados para resolver.
Una canción popular de Ignacio copani "lo atamos con alambre", nos recuerda la forma de resolver del sabio.
Hoy en día lo que se promueve es el valor de ser como un buen "Alejandro Magno", desenfundando nuestra espada y cortando el problema de raíz.
Premisas como: "tú puedes hacer la diferencia", "tú puedes cambiarte y cambiar la realidad", "anímate que tú puedes lograr lo que te propongas", " visualizarlo y lo conseguirás" no son más que ingenuos y voluntariosos deseos, que solo pueden premonizar la desgracia.
Es de persona prudente saber que el emprendedor primero evalúa lo que se requiere para conseguirlo, estimar el precio a pagar, aceptando el costo de tiempo y esfuerzo que supone hacerse de los recursos necesarios, también evalúa el tiempo y esfuerzo para dominar las habilidades requeridas para sortear las dificultades e imprevistos del emprendimiento, ya teniendo estas cuestiones claras, el emprendedor debería mirarse a si mismo y ver si la edad y la condición física son adecuadas para soportar el camino, de no ser así, quizás sería prudente abandonar la idea, pero si aún decide continuar, habría que preparase físicamente y psicológicamente, esto requiere de una formación sería y no una mero condicionamiento y sugestión mental. Una vez todas estas cuestiones están estimadas, convendría pensar si es compensatorio lo que se desea conseguir con el emprendimiento.
Ya habiendo evaluado estas cuestiones, se puede tomar acción.
En esta era moderna, no hay tiempo para nada de lo que estoy planteando en este post, ya que lo que prima es el hacer y hacer, recuerdo una de las asesorías que recibí como nuevo autónomo, mis ingresos no estaba mejorando y el asesor solo intentaba levantar mi estado de alarma mencionando con cara de espanto los riesgos que suponía y las probabilidades de no lograr mis objetivos, por mi parte, mientras lo escuchaba, recurría a mi mate. Al ver que no reaccionaba a su premisa de "riesgo", acudió a las frases y pensamientos mágicos de: "piensa en grande" "descubre tu nicho", su intención ahora era ponerme del otro lado, en la posición del entusiasmo irreflexivo, a lo cual yo seguí tomando sorbos de mi mate, cuando ya se decidió a parar, dado que no reaccionaba a sus intentos manipulativos, le expuse mi "nudo de gordiano" y dije:
¿Puedes encontrar solución a este problema? y continúe; entiendo que eres un empleado del estado y estás ganando tus honorarios, lo respeto, pero entiende que no necesito estrés, ni que intentes darme una empuje de motivación irreflexiva.
Las personas bien intencionadas pero mal asesoradas terminan cayendo en un esfuerzo contra-natura y esta es la formula para el fracaso económico, la depresión, la ansiedad y el debilitamiento de amor propio.
Hoy en día vivimos dos modelos sociales dentro de las sociedades occidentales, la autoridad y la negociación, la autocracia y la democracia, la derecha y la izquierda, algunas son más de izquierda otras son más de derecha y otros fluctúan más por el centro, pero el problema está en que ningún es bueno por si solo, para lograr que en los emprendimientos se consiga efectividad democrática y humana, se requiere de dirigentes,empresarios y emprendedores sabios. Lamentablemente se descubre la verdadera sapiencia cuando habiéndose encontrado cada uno con su propio "nudo gordiano", se ve en la tentación de dejarse llevar por su conducta impaciente.
Sin duda que el "Gordio" que cada emprendedor y emprendedora necesita, requiere mucho más que ejercitar una lengua afilada y pensamientos "mágicos".
¿Que se requiere realmente?
Se necesita afilar la mente (no la lengua) para estar en la capacidad de permanecer la atención continúa sobre un problema sin caer en distracciones banales de las necesidades creadas y midiendo las necesidades básicas para no embotarse, hasta encontrar la solución.
Algo que hoy en día parecería difícil de sostener.
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